Escrito por: Fernando Torres y Leónidas Ospina

Esta edición especial del periódico agendasur se pretende mostrar la vida y obra de un líder social de la comunidad de Jerusalén barrio Potosí en la localidad de Ciudad Bolívar.

Evaristo nació en Icononzo (Tolima) en 1951. Estudió en el seminario, pero se retiró porque quería vivir un compromiso más vivencial. Desde su juventud se distinguió por tener un espíritu inquieto y cuestionador. Hizo licenciatura en filosofía y letras en la Universidad San Buenaventura. En los primeros años de la década del70 trabaja como profesor de catequesis en el Colegio San Juan de Dios del barrio El Sosiego en el sur de Bogotá. Se distinguió por su sencillez, su presencia elegante, su voz fuerte y clara, su dinámico liderazgo. En sus clases usaba carpetas bien editadas, con ilustraciones, fotos, frases y preguntas propias de una catequesis renovada.En 1974 ingresa al Instituto de Pastoral Latinoamericana de la Juventud IPLAJ, recién constituido para impulsar las opciones de la II Conferencia Episcopal Latinoamericana realizada en Medellín en 1968. Allí es impactado por la “Pedagogía del Oprimido” de Paulo Freire explicada por el profesor brasileiro Joao Bosco Pinto, quien se encontraba exiliado en Bogotá.

Evaristo el profesor

Al terminar sus estudios, el padre Mario Peresson, rector del Colegio Salesiano León XIII y director de estudios del IPLAJ, lo invita a asumir la coordinación del Instituto Nocturno Don Bosco, donde estudiaban jóvenes y adultos del Centro Oriente de la ciudad, que por su condición de trabajadores tenían que estudiar en la noche.

Apostar por un proceso de formación para la transformación de la sociedad va a generar fracturas al interior de la comunidad salesiana lo que dará pie a que el padre Mario Peresson, Evaristo Bernate y otros maestros decidan dejar la propuesta del colegio Don Bosco y se aventuren a crear el Instituto Social Nocturno de Enseñanza Media ISNEM, que desarrollará sus actividades educativas en las instalaciones del Instituto San Juan de Dios en el barrio El Sociego.

El ISNEM se caracterizará por desarrollar su propuesta educativa en sectores populares saliéndose del marco formal de la educación tradicional con la intencionalidad de generar procesos de organización popular, de nuevos liderazgos y de personas críticas dispuestas a transformar su realidad. A diferencia de la educación tradicional, el ISNEM enseña para que la gente comprendiera su realidad y que fuera crítica, además, se trabajaba arte popular como la música, el teatro, la danza folclórica, la artesanía, la literatura etc.

Evaristo vinculó los docentes del ISNEM con el equipo de Dimensión Educativa, que acababa de ser fundada por Mario Peresson, Germán Mariño y Lola Cendales, con quienes aprendieron las bases de la investigación acción participativa IAP, la pedagogía del oprimido de Paulo Freire, la comunicación y el arte popular.

Para el año 1981 el ISNEM se traslada al colegio del sindicato de Obras Públicas Carlos Albán Holguín; en el año 1983 va al colegio Los Comuneros, ubicado en el barrio Santa Bárbara, cercano a Las Cruces. Ya para el año 1984, con estudiantes de los grados Décimo y Undécimo en su proyección social se inician labores en Ciudad Bolívar, barrio Jerusalén sector Potosí; con el acompañamiento de Dimensión Educativa se estableció que el primer paso consistía en realizar un diagnóstico participativo y un censo poblacional para identificar las problemáticas y necesidades de la comunidad.

Es así que para el 5 de marzo de 1984 el Instituto Cerros del Sur ICES en el nivel de primaria, se conformó como respuesta a una de las necesidades prioritarias de la comunidad y a la vez se convirtió en foco del trabajo comunitario en el barrio, ligando la escuela a la vida, a la realidad. En el año 1987 también se traslada el ISNEM y así todo el esfuerzo se concentra en el proyecto Escuela-Comunidad en el Potosí. Sobre la base del proyecto educativo del ISNEM fue posible construir el nuevo proyecto en Ciudad Bolívar. “El profesor Evaristo hizo una gran ayuda en el barrio con toda la comunidad, enseñaba a los niños del barrio, fue un gran amigo de ellos. Nos ayudó con todos los servicios del barrio; fue gran amigo de los profesores….”

Al comienzo existía desconfianza por parte de los habitantes, sin embargo, el trabajo y compromiso de Evaristo, Leonidas Ospina y Héctor Gutiérrez -jóvenes docentes egresados del ISNEM- y otros, hizo que el proceso se afianzara con fuerza dentro de la comunidad.

Al decir de quienes lo conocieron desde el comienzo “cuando Evaristo se proponía algo no cesaba hasta hacerlo realidad”. Allí mostró todo su potencial y capacidad como educador, “lo caracterizó la constancia y la tenacidad a toda prueba”.

Evaristo y la comunidad

Para el año 1987 Evaristo junto con otros líderes sociales encabezan una lista a la Junta de Acción Comunal JAC, la cual es elegida para el período 1987-1991. Llegar a esa instancia permitió un mayor acercamiento a la comunidad y concientizar en torno a la necesidad de organizarse para conseguir lo básico para una vida digna y luchar por ello.

Desde el trabajo en la JAC y el proyecto Escuela-Comunidad se logró obtener los servicios de luz, agua, alcantarillado, vías, red telefónica, rutas de buses, un centro de salud, entre otros. Sin embargo, las contradicciones y disputas con algunos actores se mantenían y se agudizaban. “Dedicó parte de su vida al progreso de la comunidad, empezando por la educación, continuando con la lucha por los servicios públicos y sociales, ayudando a la gente para que no fuera atacada por los intereses egoístas. Aunque debido a su lucha tuvo muchos inconvenientes, la enemistad de aquellas personas que no querían el progreso de nuestro barrio”.

En el barrio se vivían dos polos según lo interpretaba Luz Dary Ayala; por un lado, se encontraban los señores de la Junta anterior que trataban de indisponer a la gente nueva contra Evaristo, y por otro quienes veían en Evaristo una persona que colaboraba mucho con el barrio. La muerte de Evaristo ocurre el 11 de mayo de 1991, sin embargo, no fue la única, pues en la localidad se estaban llevando a cabo asesinatos selectivos y continuos de líderes sociales. La muerte de Evaristo no solo generó crisis, sino fortaleza, que predominó, por lo menos en el equipo de trabajo del ICES-ISNEM. “Logró cambiar las relaciones entre los habitantes del barrio, de la violencia la gente pasó al diálogo y al ambiente fraterno, se preocupó por la integración de la comunidad y para eso creó espacios como los campeonatos deportivos, celebraciones culturales de fechas conmemorativas”.

El Proyecto Escuela-Comunidad no desfalleció ni dejó de existir por la muerte de Evaristo; por el contrario, tomó una fuerza desbordante porque ahora contaba con el apoyo y la solidaridad de la comunidad; además, la labor que él había adelantado junto con el colectivo de maestros y maestras en la organización comunitaria y territorial consiguieron que los habitantes de la comunidad se volvieran parte de la escuela y trabajaran mancomunadamente con el equipo de formadores, de allí que durante la década siguiente el colegio se fortaleció en muchos aspectos y sobre todo en la consolidación del tejido social.El proceso comunitario para conservar, transmitir, resignificar y celebrar la memoria de Evaristo ha creado diversas estrategias pedagógicas, entre las cuales están:

Festival Evaristo Bernate Castellanos en el mes de mayo, se exponen fotos del proyecto, danza, teatro, música y otras expresiones artísticas, con el fin de mantener vivo el sueño del fundador por construir un mundo mejor para todos.

Salón de la Memoria: En el colegio Antonio García, de la localidad de Ciudad Bolívar, está el salón “Evaristo Bernate Castellanos” donde los estudiantes construyen paz y se relata la memoria para reconciliarse.

Evaristo y la juventud

El pensamiento de Evaristo vive para la juventud. Una de sus inquietudes fue la juventud porque siempre se preocupó por el futuro de la comunidad que está en manos de los jóvenes. Se caracterizó por el diálogo y la recreación; esto llevó a la organización y la unión de nosotros, transformando la imagen de la comunidad hacia las nuevas generaciones. Su ideal continúa con los grupos que él formó y sus puertas seguirán abiertas para que sus ideales estén presentes. “Su mayor aspiración fue defender los derechos humanos sin importarle que para ello haya dado su vida. Ahora la juventud va a sacar adelante sus ideales y dar lo que Evaristo dio para ello” afirmó: Leónidas Ospina

El gran trabajo cultural realizado en el grupo de danzas del colegio ICES-ISNEM, los torneos de microfútbol femenino y la emisora Poto Radio fue una tabla de salvación, que alejó de malas compañías a muchos jóvenes de la época, el trabajo comunitario que efectuado con el grupo juvenil, sin lugar a dudas me daban una razón para direccionar sus vidas, transformar el entorno social de los niños y jóvenes para ganar la lucha contra los malos hábitos, para evitar que se perdieran en las drogas.