Elaborado por: Héctor Julio Gutiérrez  

Educación popular la escuela de puertas abiertas

En el barrio Potosí, Ciudad Bolívar se ha fundamentado en la Educación Popular y dentro de la reflexión de la pedagogía critica. Desde la practica pedagógica hemos entendido que existen diversas propuestas educativas portadoras todas de iniciativas interesantes y útiles, pero resultaría ineficaz asumir alguna de ellas como modelo para reproducirlas.

Es necesario profundizarlas, valorarlas, estudiarlas procurando interpretarlas en la realidad que las hizo posible para intentar desde una dimensión crítica y analítica, articular la propuesta educativa Escuela-Comunidad, que ha venido surgiendo en el medio en el que se estamos realizando el trabajo educativo en particular.

El asumir modelos conduce necesariamente a renunciar de manera consciente o inconsciente a la capacidad de creación. La pedagogía popular tiene que ser expresión del conocimiento que es movimiento permanente, que no puede apegarse a lo establecido, sino que siempre investiga, siempre supera, porque va del presente hacia el futuro.

Es en este amplio debate donde el proyecto educativo ha venido apostando a una propuesta de Escuela, sin pretender a tener la última palabra en pedagogía, tampoco de recoger mecánicamente de cada uno de estos presupuestos teóricos y metodológicos, puesto que estaríamos cayendo en el eclecticismo; la intención tampoco ha sido el de desconocer otras propuestas por el hecho de no ajustarse a nuestras condiciones socioculturales, políticas y económicas. Lo que hemos tratado es de asumir una oposición crítica y reflexiva sobre estas experiencias y la validez que tienen o tuvieron en el contexto en que se desarrollaron.

Es necesario puntualizar que la experiencia educativa del Instituto ha pretendido precisamente, salir de los esquemas y construir desde la experiencia misma una propuesta que vea la escuela más allá del aula de clase, que el maestro sea un dinamizador de la comunidad, que su labor sea entendida como proceso de investigación crítica frente a las necesidades de sus educandos, que asuma los retos históricos de los sectores populares, de abordar la pedagogía dentro de un proceso de investigación participativa para la búsqueda de soluciones a los problemas de supervivencia de los sectores populares en el área de la salud, la educación, servicios públicos, desempleo la nutrición, la vivienda, la recreación y el deporte, el rescate de la cultura e identidad nacional, y la formación de valores como la solidaridad, la justicia y la libertad.

Asumir la pedagogía como proceso crítico y participativo nos ha permitido poner en tela de juicio no sólo los elementos que conforman el saber, sino también cuestionar las condiciones en las cuales ese saber ha sido producido, es decir, que resalta la capacidad que tiene el hombre para la apropiación del patrimonio cultural como recreador de ese saber y no simple receptor pasivo del mismo.

Participativo porque en América latina hay toda una tendencia que viene consolidándose, desde la década del sesenta, la cual señala que “la participación de los sujetos del proceso educativo, asumidos colectivamente, es decir la participación comunitaria, es un elemento esencial de la dinámica educativa y no sólo una condición para llevarla a cabo. Por tanto, la participación social es un objetivo y una forma metodológica de realizar el proceso de consumación del acto pedagógico.

Por ello hay que reivindicar como una tarea que tiene que ver con tendencias pedagógicas en nuestro continente, y la cual se torna ineludible hoy, la construcción de una pedagogía que desarrollo la creatividad, la comprensión de las realidades y los problemas mundiales, regionales, nacionales y locales, el ejercicio de las facultades críticas y los valores de solidaridad y participación social”.[1]

Asumir la educación desde una perspectiva amplia, más allá de lo institucional (escuela, colegio, iglesia, centros de capacitación etc.,) nos ha permitido conceptualizarla como un hecho social y cultural, como un proceso permanente y con profundo sentido de transformación y es en esta dinámica donde intentamos explicitar lo   pedagógico. Al mirar lo educativo y lo pedagógico en su interrelación en todo nuestro quehacer dentro del proyecto educativo Escuela-Comunidad pretendemos la formación de todos los miembros de la comunidad educativa en su desarrollo integral y no sólo en el manejo de conocimientos científicos y tecnológicos.

La formación y capacitación de la comunidad educativa está en todos los espacios donde se desenvuelve la vida de los habitantes, así es como nuestra propuesta se enmarca en un proceso de flexibilización de la jornada escolar de acuerdo a necesidades específicas.

En este proceso de flexibilización, el proceso de aprendizaje no se circunscribe a los espacios escolares sino a todas las actividades que se establecen en las comunidades al igual que en los grupos sociales existentes.

Así pues, hemos asumido metodologías de grupo, es decir, se desarrollan acciones específicas con grupos sociales existentes en nuestra comunidad. Lo importante de este ejercicio educativo popular que lleva más de treinta años trabajando en sectores marginados de la ciudad es la construcción de tejido social que permite la solidaridad de nuestros pobladores y la resolución de conflictos de manera acertada y oportuna, todo esto ha sido posible por la constante formación profesional y  política de nuestros habitantes, los cuales participan decididamente es escenarios como coordinadores de cuadra, consejo comunal, reivindicaciones políticas y sociales en el escenario del poder popular.

Hoy estamos convencidos de la vigencia de la educación popular como parte de las apuestas de la pedagogía crítica, es decir, la reflexión permanente y sistemática del papel histórico de la escuela como dispositivo de cambio y transformación de la sociedad donde el ser humano viva en dignidad y justicia.

Gestión Comunitaria

El proyecto Escuela- Comunidad ha logrado fortalecer unas redes académicas y de experiencias educativas que permitan un dialogo de saberes y contribuir a crear propuestas pedagógicas en beneficio de la comunidad educativa.

Asesoría en servicios públicos y sociales: Permanente asesoría en procesos de reclamación en servicios públicos y de salud dada la situación del problema de salud pública.

Solidaridad durante la pandemia: Con el apoyo de la red de amigos del proyecto Escuela-Comunidad se ha brindado ayuda alimentaria a familias con difíciles condiciones de sobrevivencias.

Uso del tiempo Libre: A través de los talleres en la jornada tarde en actividades culturales, de comunicación y deportes. El instituto realiza actividades todos los días incluyendo sábados, domingos, festivos y en los recesos escolares se establecen vínculos con otras instituciones para realizar eventos dentro y fuera del barrio.

La alianza con el equipo de comunicación y Cine Ojo al sancocho a través de creación del espacio de poto- cine

Proyección

Para los próximos años nos proyectamos en los siguientes ejes:

a.    Propuesta pedagógica: Abrimos todos los espacios que se consolidan como una propuesta que pueda incidir en el movimiento pedagógico latinoamericano y en la perspectiva de contribuir en la construcción de un país en paz y con justicia social garantizando vida digna para todos los colombianos.

b.    Centro de investigación e innovación: Desde todos los sub proyectos nos proponemos generar procesos de investigación que vincule a toda la comunidad académica local, distrital y nacional.

c.     Promover la creación de la Universidad Popular que centre su quehacer en la formación de profesionales en todas las disciplinas que estén dispuestos al desarrollo de una economía solidaria y sostenible, al igual que una sociedad democrática y autónoma de los grandes pulpos económicos.