Por: Fundación Comunikate

El proyecto “Voces del Buen Vivir: Territorio y Alimento” fue una iniciativa crucial liderada por la Fundación Comunikate a través de su emisora comunitaria, RadioSur 106.4 FM, y orgullosamente apoyada por el Programa Distrital de Estímulos de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Su objetivo central fue fortalecer la cultura de la seguridad alimentaria y el bienestar comunitario, visibilizando el trabajo de las huertas urbanas y promoviendo la autonomía alimentaria en poblaciones en situación de vulnerabilidad.

La propuesta se desarrolló en las localidades de Tunjuelito (barrios Nuevo Muzú, y Venecia) y Ciudad Bolívar (barrio Candelaria y Vereda Quiba), sectores que enfrentan dificultades para acceder a alimentos frescos y saludables.

El Rol de la Comunicación Comunitaria en la Transformación Sociocultural

Aspectos de los programas emitidos en la Huerta el Éden y la Huerta Sie Kika en la Localidad de Tunjuelito en “Voces del Buen Vivie: Territorio y Alimento”.

El desarrollo de esta iniciativa radiofónica contribuyó de manera significativa al fortalecimiento de los procesos socioculturales en los barrios impactados. La radio comunitaria RadioSur 106.4 FM sirvió como un canal cercano y efectivo para la población, facilitando que las voces de las comunidades fueran amplificadas.

Empoderamiento y Resistencia Territorial

Uno de los aportes más profundos del proyecto fue la visibilización y el reconocimiento de los líderes comunitarios, gestores ambientales y promotores de la seguridad alimentaria que mantienen vivas las huertas urbanas y rurales. Se les brindó un espacio para compartir sus experiencias y conocimientos, lo que fortaleció su legitimidad dentro de sus comunidades.

El proyecto destacó cómo la agricultura urbana ha sido un motor de cambio social:

Recuperación de Espacios: Huertas como Senderos del Amaranto (Ciudad Bolívar) y Sie Kika (Tunjuelito) demostraron una transformación territorial titánica. Senderos del Amaranto pasó de ser un botadero de basura, un foco de inseguridad, atracos, violaciones y asesinatos, a ser la huerta más grande de la ciudad. Sie Kika, en el Parque Laguneta, convirtió una esquina llena de basura y colchones en un “paraíso chiquito”. Esta recuperación permite a la gente volver a estos espacios sin preocupación.

Empoderamiento Femenino: La Fundación Mujeres Quibanas (Fumuco) en Ciudad Bolívar utilizó la huerta como una herramienta de independencia económica para resistir la urbanización desmedida y el machismo arraigado en la región. A través de talleres sobre política pública de mujeres y género, las integrantes se empoderaron para establecer acuerdos de igualdad con sus esposos, enseñando a las nuevas generaciones a compartir tareas del hogar. Los hombres, incluyendo los esposos y padres de las mujeres, incluso se han sumado activamente a las actividades culturales y de baile.

Relevo Generacional: Las huertas, como El Edén (Tunjuelito), funcionan como aulas de enseñanza donde se educa a niños y jóvenes sobre la agroecología, la manipulación de semillas y la procedencia de los alimentos. Este diálogo intergeneracional es vital para la memoria social, asegurando que no se pierdan las tradiciones campesinas y los conocimientos locales.

Fortalecimiento de la Cultura Alimentaria y el Tejido Social

El proyecto se centró en impulsar una cultura de la soberanía alimentaria. Los agricultores urbanos enfatizaron que la soberanía alimentaria implica ser “defensores de nuestras semillas soberanas” y conocer el proceso de cultivo, a diferencia de la seguridad alimentaria, que solo garantiza la comida.

Aspectos de los programas transmitidos en la Huerta Senderos del Amaranto y la Huerta Mujeres Quibanas en la localidad de Ciudada Bolívar en “Voces del Buen Vivie: Territorio y Alimento”.

Educación Práctica: Se educó a la población sobre la preparación y consumo de alimentos de cosecha, promoviendo prácticas culinarias saludables y accesibles. Se destacaron recetas tradicionales como la nutritiva sopa de obreros con tallos (para el campo) y el rescate culinario, así como la innovación en productos procesados como las mermeladas (dulce de uchuva) y picantes (Tijikum).

Trabajo Colaborativo: Espacios como Sie Kika y Senderos del Amaranto se mantienen a través de la Minga (trabajo colectivo y compartir alimentos) y el trueque. La huerta El Edén promovió la participación al recibir residuos de cocina de los vecinos para su programa de compostaje.

Innovación y Sostenibilidad: Las huertas mostraron modelos de economía circular, como Sie Kika en Tunjuelito, que reutiliza botellas PET para cercas y sistemas de riego por goteo, y maneja residuos orgánicos a través de la paca digestora, la compostera y el cilindro verde. En Senderos del Amaranto, se implementaron más de 20.000 toneladas de residuos orgánicos para recuperar la tierra, un servicio crucial para la sociedad.

Resultados Clave del Proyecto “Voces del Buen Vivir”

El proyecto, apoyado por el Programa Distrital de Estímulos, logró resultados concretos en visibilización y producción de contenido:

1. Serie Radial Comunitaria: Se transmitieron cuatro programas en vivo de 55 minutos cada uno a través de RadioSur 106.4 FM, enfocados en la producción de alimentos, la alimentación saludable y la soberanía alimentaria en las huertas de Tunjuelito y Ciudad Bolívar.

2. Cápsulas Radiales Educativas: Se produjeron seis microprogramas de cinco minutos con testimonios, sonidos ambientales y consejos prácticos sobre recetas y experiencias en las huertas, difundidos en la parrilla de la emisora y redes sociales.

3. Visibilización Digital y Alcance: Se realizaron mínimo 15 publicaciones en redes sociales para difundir la iniciativa. Los programas buscaban un alcance estimado de 500 interacciones en Facebook. Se creó una comunidad virtual en WhatsApp para la réplica de información, videos y la cartilla digital.

4. Material de Difusión Impreso: Se elaboró y distribuyó una edición del periódico comunitario Agenda Sur (3.000 ejemplares) en cuyas páginas centrales se difundieron los resultados del proyecto.

Ingeniera Stefany Quiroga de la SubRed Sur, en vivo en la Huerta Senderos del Amaranto.

5. Documentación y Archivo: Se generó un archivo sonoro comunitario de los programas y cápsulas para su reutilización y replicación futura, y se diseñó una cartilla digital (álbum fotográfico) con recetas y testimonios para la comunidad.

El impacto cualitativo de estos resultados incluye el fomento de la educación popular a través de un lenguaje accesible, la inspiración para que más familias inicien huertas urbanas y el fortalecimiento de la identidad comunitaria mediante el reconocimiento de los saberes tradicionales y el valor de las huertas.

Finalmente, queremos resaltar la alianza y agradecimiento con la SubRed sur de Salud por medio de la ingeniera Stefany Quiroga, quién nos dio su apoyo y asesoría en el desarrollo de todo el proyecto, lo que incidió sustancialmente para su éxito.

Gracias a todos y todas que hicieron posible este maravilloso proyecto de Voces del Buen Vivir: Territorio y alimento.